Metasandeces

Es domingo por la noche, estoy sola en una casa de ladrillos desde donde se escucha Portishead quedito, quizás el vecino esté poniéndose seductor o relajándose antes de comenzar la rutina mañana. Momento! Ahora escucha a Ely Guerra en versión cursi, y claro, mañana no hay rutina porque es el fin del mundo, o el comienzo del gran complot, ya no lo sé. Acá en el norte, aparte de uno que otro cubrebocas, no hay mucha paranoia aunque claro, sí hay ley seca de todos los domingos.

Hoy por la mañana me dio raite una chica que no podía entender cómo alguien querría pasar más de una semana lejos de sus papás; por la noche tuve un altercado con un contingente de hormigas rabiosas, y poquito antes atestigué como SaSa se emborrachaba con tan sólo medio jarrito de michelada (es que bueno, en las marisquerías no aplica esa ley, sobretodo si esta tarde juega El equipo) y se ponía a recordar las fiestas de la universidad y a sus antiguos pretendientes, todo enfrente de su marido, que se sabía los nombres e historias de todos. El mundo acá es raro.

...

Me tardo siglos pensando en qué gastaré las siguientes líneas. Es un post vil que nadie leerá, y sin embargo me presiona porque es el primero, y quiero comenzarlo bien. Podríamos recurrir a la vieja táctica de poner una cita mínimamente inteligente para dejarme de cuestiones, o ya de plano usar el blog nuevecito de paño de lágrimas y contar que mi imaginación tiene el peor humor del mundo y que en estos momentos me temo que si volteo hacia la puerta veré a un espectro azul, a la abuelita de Villa o a SaSa indignada, preguntándome porqué changos no estoy ya en mi comunidad.

Ya voltée (¿así se escribirá?), no se ve ni madres. Leía a Ricci; leo a Miss P, a Gina Tost, a Plaqueta casi religiosamente. Ésta última, según leí hace poco, es toda una blogstar, con no sé cuantos millones de entradas. Ya van dos veces que me la topo, pero por más que la admire pienso que en la vida le pediría un autógrafo...
¿Y si cuando voltee ellas están ahí, partiéndose de risa por la cuchez de mi primer intento? El vecino ya no pone musiquita y yo, entre luchar por sacar la canción de "el Sapito" de mi cabeza y pensar en cuánto extraño el defe, me acuerdo de un letrero para un lugar que vi en la carretera la semana pasada: "Casa de Villa. Carnitas, Museo, Cheves, Música". O wooow, ¿qué más le puedes pedir a un lugar?

A decir verdad, el norte puede ser entretenido.

2 comentarios:

Postmodernauta dijo...

pchaa esta bien loquito tu blog... ahora ya me deja comentar!!. :S. Vid. infra. (post anteriór)

Rosario Mata dijo...

dudeeeee (es la nueva onda llamarse asi) me gusta tu bloc amiga!, y te leo y luego cuando uno dice, ay nadie leera mis mentados posts, que te comenta un desconocido y luego da la intriga, quien sera?... bueno a mi me paso.

yo tambien leo harto a la plaqueta, soy su fans, pero no creo que habria que pedirle un autografo :P