Karma police

Pues si, parece que uno es una ardilla en un gran tubo de destino irónico, y que las semillas que escupes tarde o temprano acaban embarrándosete en la nuca, ante las risas sardónicas de todo el kit de deidades y demonios que, seguro, asisten a este tipo de historias con palomitas de infieles acarameladas.

Es jueves, juegan los putos pumas y yo no puedo ver una camiseta del equipo ni nada por el estilo porque el partido de hoy es para mi el emblema del destino que, sí, señoras y señores, siempre nos alcanza.

Yo no fui buena, noo, no; si el 2007 fue el año de la vanidad y la belleza, el 2008 acabó siendo, por múltiples razones, en año en el que descubriría la oscuridad, ese de repente darte cuenta de la clase de demonios que pueden treparse a tus hombros y de concluir -muy probablemente con un trago de algo fuerte en la mano- que no hay límites para la oscuridad que nos habita.

Pues bien, 2009 es el año de los huevos...ok, de los ovarios, de aguantarse y amarrarse y ser consecuente con la clase de situaciones absurdas y dolorosas en las que uno se mete, desde una chamba de oficinista-traidor-al-medio-ambiente combinada con niñera-de-psicóticos-burgueses, pasando por un mes y medio en el...ejeem ...poco agraciado estado de Coahuila. Pero la cereza del pastel (madre mía, y estamos apenas a mayo) bien puede ser esta tarde, estas semanas, este oír y oír a José Alfredo, combinado promiscuamente con Jean Leloup, The Gossip, Banda el Recodo, Louise Attaque y básicamente todo lo que haya en la lista para echarse con música de fondo un buen entre imaginario con el estúpido monstruo de los ojos verdes...si hay algún lector a estas alturas del dramático partido (el mío con el monstruo, no el de los pumas), se aceptan y agradecen sugerencias.

PD. La karma police anda bien pilas, personas, sean buenas, créeeanme!!!

cuentitos del rancho

Me han contado un chorro de cuentos en el pueblo. El mejor de la semana pasada fue el del viejito nostálgico del pasado cardenista, que era alumno de una especie de Hogwarts para agrónomos; mañanas intensas en educación militar y física, desayunos que se antojaban, clases interesantonas y luego trabajo en la parcela...y luego sacas!! que le queman la pierna y allá van los dos años que le faltaban de escuela, y en realidad todo su futuro, porque pues la vida evidentemente le cambió. Oyéndolo hablar ahora, con toda la emoción y el entusiasmo del mundo alplaticar de sus años allí, y luego con un tono que baja más mientras se acerca al presente, no queda duda de que recordar es volver a vivir.

Luego me contaron las clásicas historias de miedo, que no escribiré porque es de noche ahora y soy la cosa más coyona del mundo. Sólo mencionar que hay desde la clásica persona con cabeza de burro hasta el siempre presente caballo, el niño juguetón y la mujer vestida de blanco, hermosa por supuesto. Qué rollo con eso? y si eres un muerto que quiere ser fantasma pero se rehúsa a usar el blanco? O también podríamos reivindicar a las mujeres feas que quieren ser fantasmas, porqué no?

La cereza del pasel fue una venerable señora, dirigente del grupo de danza del lugar, que después de enseñarme cómo era que sus muchachos le bailaban a los santos vestidos con carrizitos y penachos, me contó de un ritual algo más intenso: los pleitos en familia. Ella, que ya es abuela, forma equipo con su hija, su hijo y sepa dios quién más para agarrarse a varazos, navajazos y golpes limpios con las familias que han ofendido su honor. Muy corso todo, muy de mafia italiana.

Los niños del pueblo me dicen "señora", los de la casa me enseñan a bailar el trompo y yo pruebo una vez más que soy mala como pegarle a dios en semana santa en esas ondas. Mi regalo de cubo de rubik de a $10 tuvo un buen efecto en ellos durante unos días, pero luego, inevitablemente, al cubito se le fueron cayendo los colores y ahora quién sabe dónde quedó. Ni modo, a ver qué les llevo uno de estos días, lo que sea para despegarlos de las novelas! Roberto Palazuelos haciendo cara de maldito con su bronceado de cama solar es un poco demasiado para digerir con los frijoles todos los días, aunque nunca dejaré de reírme en los momentos en los que les pega el airecito a los personajes de La Rosa de Guadalupe...y bueno, el niño mediano cantando "somos las divinas" y bailando la coreografía completa no es ni triste ni feo, solo, probablemente, el inicio de alguna muy interesante historia en años futuros.

Metasandeces

Es domingo por la noche, estoy sola en una casa de ladrillos desde donde se escucha Portishead quedito, quizás el vecino esté poniéndose seductor o relajándose antes de comenzar la rutina mañana. Momento! Ahora escucha a Ely Guerra en versión cursi, y claro, mañana no hay rutina porque es el fin del mundo, o el comienzo del gran complot, ya no lo sé. Acá en el norte, aparte de uno que otro cubrebocas, no hay mucha paranoia aunque claro, sí hay ley seca de todos los domingos.

Hoy por la mañana me dio raite una chica que no podía entender cómo alguien querría pasar más de una semana lejos de sus papás; por la noche tuve un altercado con un contingente de hormigas rabiosas, y poquito antes atestigué como SaSa se emborrachaba con tan sólo medio jarrito de michelada (es que bueno, en las marisquerías no aplica esa ley, sobretodo si esta tarde juega El equipo) y se ponía a recordar las fiestas de la universidad y a sus antiguos pretendientes, todo enfrente de su marido, que se sabía los nombres e historias de todos. El mundo acá es raro.

...

Me tardo siglos pensando en qué gastaré las siguientes líneas. Es un post vil que nadie leerá, y sin embargo me presiona porque es el primero, y quiero comenzarlo bien. Podríamos recurrir a la vieja táctica de poner una cita mínimamente inteligente para dejarme de cuestiones, o ya de plano usar el blog nuevecito de paño de lágrimas y contar que mi imaginación tiene el peor humor del mundo y que en estos momentos me temo que si volteo hacia la puerta veré a un espectro azul, a la abuelita de Villa o a SaSa indignada, preguntándome porqué changos no estoy ya en mi comunidad.

Ya voltée (¿así se escribirá?), no se ve ni madres. Leía a Ricci; leo a Miss P, a Gina Tost, a Plaqueta casi religiosamente. Ésta última, según leí hace poco, es toda una blogstar, con no sé cuantos millones de entradas. Ya van dos veces que me la topo, pero por más que la admire pienso que en la vida le pediría un autógrafo...
¿Y si cuando voltee ellas están ahí, partiéndose de risa por la cuchez de mi primer intento? El vecino ya no pone musiquita y yo, entre luchar por sacar la canción de "el Sapito" de mi cabeza y pensar en cuánto extraño el defe, me acuerdo de un letrero para un lugar que vi en la carretera la semana pasada: "Casa de Villa. Carnitas, Museo, Cheves, Música". O wooow, ¿qué más le puedes pedir a un lugar?

A decir verdad, el norte puede ser entretenido.